Precalentar el horno a 350 grados. Poner papel de horno en una bandeja para hornear y ponga a un lado.

Corte la barra de mantequilla en cuadritos de 1 pulgada y coloquelos en el microonda por unos 30 segundos para que se derrita. Deje enfriar.

En un bol (recipiente hondo) grande y usando una batidora de mano, batir la mantequilla y el azúcar hasta que estén cremosos. Agregue el extracto de vainilla y el huevo. Continúe batiendo hasta que todo esté mezclado.

Agregue la harina de trigo, el bicarbonato de sodio y la sal. Mezcle hasta que los ingredientes líquidos y secos se combinen. No lo mezcle demasiado. Agregue las chispas de chocolate y los arándanos, e incorpórelos en la masa con una espátula.

Usando una cuchara especial para galletas (cookie scoop/spoon), ponga una cucharada de la masa en la bandeja para hornear previamente preparada con papel de horno con dos pulgadas de distancia entre cada una.

Horneé durante 8-10 minutos o hasta que empiecen a dorarse. Advertencia: No las horneé demasiado. Yo dañé varias galletas por sobre hornearlas y por eso se los digo.

Cuando estén listas, sáquelas del horno y deje que se enfríen durante unos 20-30 minutos. Guárdelos en un recipiente hermético para mantenerlos suave por unos 3-5 días.